Prólogo.

Mi vida siempre ha sido como un problema de matemáticas, cuando parecía encontrar una posible solución de nuevo aparecía otro problema más, pero eso se acabó.
Me marcho de casa.
Con tan solo 18 años he tomado una gran decisión: empiezo de 0.

Ner y yo por fin juntas compartiendo casa en un barrio céntrico de la capital inglesa: Nueva vida, nuevo trabajo, nuevas amistades, nuevos amores y claro, más problemas.
No quiero saber nada de la gente, ni de mi familia, ni de como van las cosas por allí, solo sé que quiero alejarme cada vez más de ello.
Pero ni él, ni los chicos, ni Valerie saben nada de mi anterior vida, mi vida en España.
Y yo me pregunto: ¿se le puede coger cariño a un lugar? ¿a una fecha? ¿a un acontecimiento? Desde que los conocí la respuesta es sí.
Aunque, tengo que admitir, que no sabía que esto de una amistad de 8 iba a ser tan increíble pero a la vez tan problemático, ya que, todo tipo de relación tiene sus consecuencias y... malentendidos.

Por poco que llevemos juntos, él si que es increíble, no puedo decir el chico perfecto, eso tendré que descubrirlo... ya que, sigo teniendo cierta incertidumbre por aquello.
No, no, no y no, por favor no pienses en eso, Iris joder.
Una lágrima recorre mi mejilla al recordar tal sufrimiento.
No puede volver a suceder y menos con él. Esa es la razón por la que estoy aquí, para evitar todo aquello. No quiero volver a pasar más por eso.