Capítulo 18.

Viernes, 14 de septiembre.

10:00h

-Princesa... — noto unos labios besar mi frente — ...despierta buenos días...

Noto a alguien susurrarme al oído. Mis parpados comienzan a tambalearse hasta abrirse por completo. Alzando los brazos hasta rozar el final de la almohada, me estiro y abriendo por completo los ojos, puedo observar su silueta medio apoyada encima de mi.

-Buenos días cariño — haciendo fuerza con la abdominal me acerco a besar sus labios.

-Te he traído el desayuno ¿qué te parece?

Le regalo una sonrisa y comenzamos a desayunar. Era una sensación indescriptible el desayunar junto a la persona que más amas después de haber dormido con ella, rozando sus caderas con las tuyas en mitad de la cama de matrimonio.

Había pasado la noche en casa de Harry de nuevo. Hoy, venían mis padres a Londres. Se iban a quedar en casa hasta el viernes siguiente, compartiendo hogar con Ner y conmigo.

*

El avión aterrizaba a la 13:00h del medio día.
Harry y yo nos dirigimos hacia el aeropuerto de Heathrow, en su coche negro, a recogerlos. Sentados en la sala de espera hacemos tiempo hasta que lleguen.
A los 10 minutos de haberse mostrado en la pantalla el vuelo procedente de España, aparecieron a lo lejos.

-Ahí están — le digo a Harry mientras ambos nos levantamos para recibirles.

-Hola mamá, hola papá.

-Hija mía, por fin — me dice mi madre mientras ambos me abrazan.

-Os presento a Harry, mi novio.

Harry con una sonrisa de oreja a oreja les recibe con mucho gusto. El pobre, vergonzoso por la situación, sus mejillas llegan a coger color. Mientras mi madre zarandea al chico con cariño le dice un par de piropos.

-Sí, mamá. Harry del que tanto te he hablado. Vamos, anda — le digo a la mujer para que deje tranquilo a mi novio.

*

Una vez en el coche, mis padres conversan y nos hacen preguntas de todo tipo. Al parecer les ha gustado Harry para mi, aunque solo haya sido a primera vista, parece que es de su agrado.

-Bueno y como fue todo ¿como es que os conocisteis? — pregunta mi madre con curiosidad.

Mirando como los hoyuelos de Harry van apareciendo, les comienzo a contar la historia desde el principio. Desde que conocimos a Niall y Valerie en el hotel, pasando por conocer a todos, irnos de camping y salir juntos.
La conversación se alarga lo suficiente como para llegar a casa a dejar las maletas.
Harry cargando con la maleta de mi madre entra junto a todos a mi casa.
Ner no está, qué extraño.
Mis padres me preguntan por ella, les digo que, como ella también tiene novio seguramente esté con él.

Sorprendiéndose de la bonita casa en la que vivimos, les mostramos cada habitación y se ofrecen a invitarnos a comer al restaurante que elijamos.
Ante la insistencia de mis padres porque Harry nos hiciera compañía durante la comida, mi novio asiente y decide llevarnos a un lujoso restaurante.

Recomendándonos algunos platos, hacemos una selección de los que Harry nos propone.
Durante la comida, mis padres se alegran mucho por la noticia de haber encontrado trabajo de lo que a mi más me gusta. Y como no, sacan el tema que intentaba, por encima de todo, evitar.

-Cariño, sé que no deberíamos hablar de esto, pero deberías contarnos que pasó con Adrián exactamente y el por qué de que ahora esté en prisión — comenta con delicadeza mi madre y pensando el orden en el que musitar cada palabra.

Respirando en mi interior me decido a contarlo todo. Creo que se merecen saberlo después de todo.

Sin muchos detalles, mientras mis padres y Harry me escuchan atentamente, les cuento desde que estaba en España hasta que conocí a Harry y a todos mis amigos y me ayudaron con el tema cuando Adrián vino aquí.

La relación con mis padres siempre había sido buena y de confianza. Siempre les contaba todo sobre mis amigos y gente con la que iba, pero, este tema jamás lo mencioné. Nunca antes les he llegado a contar lo que me pasaba, siempre intentaba ocultar los golpes recibidos ante sus miradas.

*

17:08h

Caminando por el centro de la ciudad, les mostramos por encima lo principal. Voy caminando con mi madre al lado mientras hablamos. Unos cinco metros más atrás puedo observar como Harry habla también con mi padre.

-Como padre ¿entiendes que me preocupe no, chico? — comenta mi padre esbozando una sonrisa que hace asentir a Harry.

-Es lógico, pero no se preocupe, como ya le he dicho, no voy a dejar que nada malo le pase a Iris. Lo prometo. Estoy enamorado de ella, señor Alcázar. — comenta Harry con formalidad, mientras él le sonríe para acariciarle la espalda como gesto de agradecimiento, para después, volver a mirar hacia adelante fijando sus miradas en mi.