Capítulo 20.

Separándome del beso de Harry, pongo los ojos en blanco puesto que no voy a entrar en discusiones de quién ama más a quien. Él, riéndose de mi gesto y entendiéndolo a la perfección, me regala una amplia sonrisa.
Apoyando mi codo izquierdo en el colchón de cara a él, recostados paralelamente el uno del otro, me pierdo en el color verde de sus ojos.
Esos ojos verdes del color de un árbol, esos ojos brillantes que me hacen estremecer, esos ojos resplandecientes a plena luz del sol, el final arrugado de esos ojos al esbozar una sonrisa... Sus ojos.

Mirándonos mutuamente, desprendo una sonrisa mientras parpadeo lentamente a su compás. Un suspiro profundo y ruidoso, debido al silencio que inunda la habitación, hace que mis mejillas se sonrojen.

Dirijo mi mano a su pelo.
A los rizos que cubren su cabeza, esos rizos marrones y sedosos que tanto me encanta acariciar, esos rizos que a veces parecen ondas dándole estilo a su pelo... Su pelo.
Con tacto, le aparto el poco flequillo que cae por su frente para colocarlo hacia arriba, como de normal, suele llevar él.
Acercándome a su rostro, le doy un beso en la frente y girándome en el colchón, me levanto a terminar de cepillarme el pelo.

Harry, siguiendo mi cuerpo de cabeza a pies moverse por el parqué, se humedece los labios y se levanta también. Frente al espejo peinándome el pelo, observo a Harry en el reflejo.

-¿Puedo peinarte el pelo yo?

Adorando el gesto con el que me lo ha pedido, acepto para reírme a continuación.
Ofreciéndole el cepillo se pone detrás de mi, sin falta de sentarme en ningún sitio, puesto que me saca una cabeza, comienza a cepillarme hacia abajo.
Con delicadeza, observo por el espejo como se muerde el labio inferior para tratar de no hacerme daño.

-Listo — me dice Harry mostrando sus hoyuelos acompañados de su gran sonrisa.

Dándole un beso en los labios a cambio de un gracias, guardo el cepillo en la bolsa de aseo que había traído.

-No si maquillaje y demás no se te ha olvidado, no. Menos mal que se te he olvidado el pijama y no la ropa interior que si no hubiese sido difícil...

Riéndome de su comentario pienso 'y tan difícil' y automáticamente corre más rubor por mis mejillas. Pellizcándome la mejilla con las yemas de sus dedos, me acerco a él para abrazarle. Suspiro de nuevo. ¿Qué haría yo sin él?

-Además, te he dicho ya que no te maquilles. Natural eres preciosa. Tal cual eres.

Su comentario vuelve a ayudar al más intensamente enrojecimiento de mis mejillas. Gracias al abrazo no puede verlo, aunque sí nota como un escalofrío recorre por completo mi cuerpo. Volviendo cara a cara, continuamos abrazándonos por la cintura. Pegando un salto sobre él, cruzo mis piernas rodeando su cuerpo mientras él me sujeta por detrás para no caerme.

Besando sus labios otra vez, paso a sujetarme de sus anchos hombros y palpo con mis piernas su cintura.

Su ancha espalda tan fuerte y trabajada también acompañada de sus hombros, esos musculosos brazos que siempre me protegen, su torso refinado y bien marcado, el pequeño hueso sobresaliente de ambas caderas, sus largas y finas piernas, todo su cuerpo en general... Su cuerpo.

Este chico es para mi una debilidad, encima lo amo tanto...
Me encanta como se siente cuando está conmigo, como me trata y me cuida, pero sobretodo, me encanta como me hace sentir él. No quiero perderle nunca, ahora está como unido a mí por un vínculo invisible.

*

Más tarde, nos volvemos a encontrar en el mismo sitio que antes, solo que, con una gran diferencia. Mi ropa interior a desaparecido y junto a la de Harry, se encuentra en el suelo.
Solamente cubiertos por las sábanas, mi cabeza ahora descansa en su pecho.
Los cuerpos de temperatura mediana están algo sudorosos por el ambiente.
Nuestros labios siguen jugueteando mutuamente dándose placer.

Harry, separándose de mi, se queda mirándome fijamente.

Yo, asintiento esbozando una sonrisa sin mostrar mi dentadura.
Una sonrisa y una decisión seguras. Segura de lo que quiero. Confiando en él se lo entrego, eso que se describe con una palabra, esa entidad no material.

Esta es mi primera vez, nunca antes he hecho el amor con nadie. Pero ahora, lo tengo claro, estoy segura de que quiero que sea con Harry.

*

Ambos descansamos a cada lado del colchón.
Sin ninguna sábana que nos cubra los cuerpos ya sudorosos.
Harry es tan protector, ha intentado tener el mayor cuidado posible. Lo amo, me hace sentir única conmigo misma. Única entre todas las demás.

Besándome la frente pasa después a un cálido beso en los labios.
Dándome las buenas noches, me abraza por la espalda para plácidamente irnos a dormir.

-Eres lo mejor que tengo, gracias por ser así conmigo Harry.

Notando su respiración detrás mío, noto también su suspiro.
Nunca antes nadie me había hecho sentirme así con todo.
Es con Harry con quien quiero estar, no quiero otro chico, le amo como nunca he amado.
Es el chico indicado para mí. Es magnifico. Le amo tanto. Junto a mi felicidad y mil sensaciones, me quedo dormida por mi agotado cuerpo.

03:15h

Noto como Harry me cubre con la sábana a mitad de noche. El pobre también se ha dormido enseguida... y yo ahora no puedo. Junto a mi insomnio, se encuentra Harry a mi lado, con los brazos acurrucados a su cuerpo, le beso la frente para intentar volverme a dormir junto a él.