14 jul 2013

Capítulo 25.

Gotas de agua salpicaban mi cuerpo al pasar al lado de la gran fuente que adornaba el jardín de delante.

Después de recorrer toda una tira de arbustos grandes que sobrepasaban nuestras cabezas, dos palmeras a cada lado dan la entrada a la puerta de la casa.

La puerta se abre y observo al tío de Louis, un hombre más bien bajito y de pelo blanco, vestido muy formal, como es lógico si tiene una casa así en su propiedad.

Estar aquí le había transportado a Iris como al paraíso. Por un momento había desconectado, ni Harry ni Valerie.

Nada.

Observaba millones de flores y árboles de todas clases y tipos que le rodeaban, sintiendo como si estuviese en algún lugar ajeno. Ajeno a Londres.

Evadiéndose.

Escuchaba el agua de la piscina que había al lado, una piscina enorme que se unía con el porche lateral de la casa, acompañada de sombrillas de jardín con sus hamacas.

-Hola tío, te presento a Iris, mi mejor amiga. La novia de Harry
— el final de la frase me gustó, su novia, la novia del chico al que amo. A pesar de todo lo que estaba ocurriendo seguíamos juntos y yo le amaba, él era para mí lo más precioso y perfecto de este mundo.

-Hola señor Tomlinson, gracias por invitarme, tiene una casa fantástica. +Oh, por favor, llámame Keith y muchas gracias, ¡pero da mucho trabajo! — el hombre parecía ser muy sociable, por las pocas palabras que habíamos compartido era un tipo muy agradable y gracioso para su edad.

Iris estaba maravillada con todo lo que sus ojos iban viendo.
En una rápida visita se recorrieron la casa de arriba abajo, los tres pisos enteros.

En la parte central del gran recibidor estaba la escalera que daba a los siguientes dos pisos. En el primer piso estaba una enorme cocina y un comedor que era, por lo menos, como toda la segunda planta de la casa de Iris y Ner.

También había un baño, y al lado, una enorme biblioteca con un montón de libros, sillones y sofás, mesas... para acomodarse.
El lugar perfecto para el lector.

En el segundo estaban las habitaciones, tenía como 5 habitaciones para él, su esposa e hijos y 3 o 4 más para invitados, todas con baño completo. Y por último, el piso que más me llamó la atención, el último.

Había una sala de juegos con billar, futbolín y un montón de aparatos de juego diferentes, otra sala era un cine, habían como 5 o 6 filas de 8 butacas en cada una y una enorme pantalla al final.

Era perfecto. Podía observar al final como había otra puerta, que daba, a un lugar con estanterías de 2 metros llenas y llenas de películas. Y en la última sala, había un enorme gimnasio, con diferentes aparatos para correr, hacer pesas y ejercitarse.

Atravesando la puerta del gimnasio pasábamos a lo que más bien era un spá en condiciones. Una piscina de agua caliente, un jacuzzi e incluso una sauna.

En resumen era una casa de ensueño que no todo el mundo se puede permitir.
Mirando en mi reloj, ya marca las 18:30h.

Al estar maravillada con el lugar, el tiempo a volado fugazmente.

-¿Te apetece tomar algo, querida? +Oh no te molestes, gracias de todas formas. -¿Y que te apetece que hagamos, Iris? — dice Louis de repente.

-¡Me da igual! Lo que más te apetezca, disfrutaré en cada rincón de la casa.

-¿Quieres ver la parte de atrás? Hay hasta un invernadero.

-¡Claro, vamos! — comentamos mientras bajamos a la planta principal.

-Te gustará — dice Keith — esperad chicos, voy a por la llave.

Keith traía un llavero abundante de diversas llaves de diversas formas y tamaños, para probar cual era la correcta.

Haciendo fuerza hacia abajo, observo como el tío de Louis consigue abrir la puerta.
Sin abrirla del todo, asoma la cabeza por esta.

-Uy, ¡Si se me han colado unos muchachos en el jardín trasero!

-¡SORPRESAAAA!

Todos, incluso Louis, gritaban a la vez.

Junto a los 8 chicos, también estaban los padres de ellos.
No los de Iris porque se habían ido la semana pasada, pero si los de los 5 chicos y los de Valerie.

*
Mi cara fue un poema. Ya entendía todo ¿como es posible que yo pensara que una de mis mejores amigas y mi novio me estaban engañando?


Tapándome la boca con ambas manos, vienen uno a uno para felicitarme y estirarme de las orejas. Mientras abrazo a Ner, mi mirada se posa en Valerie y Harry que son los últimos que quedan por abrazarme.
-Te queremos pequeña, felicidades.
-Lo siento. Os quiero. De verdad, me sentía una estúpida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siguelaa escribes genial en serio ni comente en los anteriores pero estan igual de bien que este! :)) @ferraxitaaa

Unknown dijo...

Siguelaaa por fii me encanta!