Capítulo 41.

Ya ha pasado una semana desde que Iris llegó a Madrid. Ante la insistencia de Laura ella no ha salido para nada, no ha pisado el suelo de la calle. No quiere, cualquier cosa le recuerda a su vida en Inglaterra. Todavía continúa extrañando estar junto a Ner y Valerie, los chicos, y los momentos que más añora son los que pasaba con Harry. Todavía sigue llorando por las noches, apenas come algo durante el día.

Me pregunto como irá todo por allí, al parecer, debe de ir todo bien sin mi, quitando la relación que yo estropeé no intencionadamente. Deduzco esto ya que no he recibido ni un e-mail ni una llamada rápida o algún mensaje de WhatsApp. Todavía continúo en el grupo de 'Summer' de siempre, me imagino que ya deben de haberle cambiado al nombre a 'Autumn' puesto que ya estamos en otoño, pero al estar aquí, no querrán enviarme ningún mensaje.

Todo esto me ha conllevado a deducir que no les importo lo suficiente, así que tendré que pasar página. Sea como sea. Cueste lo que cueste.

La terrorífica idea le hace a Iris delirar, de nuevo, vuelve a echarse a llorar sobre la cama de la habitación de invitados.

*Toc, toc*

-Pasa — le digo a Laura después de incorporarme y limpiarme las lágrimas.

-Iris... Tienes que salir un poco, no puedes estar aquí todo el día encerrada. Desde que volviste aún no has pisado la calle. Por favor, me tienes muy preocupada.

-Está bien. Deja que me cambie y me arregle un poco.

Ante la insistencia de mi amiga, acepto. Cogiendo de la maleta algo de ropa observo dentro una sudadera y dejando la ropa que había cogido antes sobre la cama, cojo la sudadera de color azul. Me la llevo a la nariz para absorber el olor corporal de él. Sí... me la regaló Harry. Suspiro. Todavía puedo oler su fragancia 'One Milion' sobre el tejido.

Aún recuerdo aquella noche... Salíamos de aquel restaurante barato que tanto nos gustaba.

*Flashback*

-Ay — mis labios tartamudearon.

La sonrisa de Harry se posó ante mi haciendo que me sonrojara y me mordiera el labio inferior. Sin darme cuenta me rodee con mis propios brazos y él me pasó un brazo sobre la espalda.

-¿Tienes frío, nena?

Asentí con la cabeza tímidamente y se separó de mí para quitarse una sudadera básica de color azul.

-Levanta los brazos princesa.

Le obedecí y colocó suavemente la sudadera sobre mi. Me venía algo grande y las mangas cubrían mis manos por completo. Admiré la risa que sus labios desprendieron al momento y me reí con él.

-Estas preciosa cariño — me dijo para después darme un largo beso y dirigirnos de nuevo a su casa.

*Fin del flashback*

Volviendo a la realidad me doy cuenta que me había perdido de nuevo en el recuerdo. Observando mis manos tapadas por la tela azul esbozo una pequeña sonrisa ante mi pensamiento y me limpio las lágrimas con las mangas.

Recogiéndome el pelo con una coleta alta, me puse las converse blancas y metí ambas manos en el bolsillo grande de la sudadera junto al móvil. Todo, exactamente todo, me recordaba a él. Hasta unas putas converse blancas.

Lavándome la cara de nuevo, salgo del baño.

-Ya estoy ¿tengo mala cara?

-Hombre no muy buena que digamos — río por primera vez en toda la semana y ambas nos abrazamos.

-Ven. Iremos a la feria, vamos a divertirnos..

Adoraba las atracciones. Las montañas rusas sobretodo, al contrario que Harry.
Harry, Harry, Harry...
Siempre pienso en él ¿cuanto voy a tener que estar aguantando este dolor? Necesito estar con él, pero él no quiere saber nada de mi. Pensaba que me correspondía, pero no... Joder que yo te amo cariño ¿que no lo puedes ver?
Mierda, Iris, Iris. Me distraigo de mis pensamientos y ya estoy de vuelta a la realidad.
Desde la ventana de mi derecha observo las luces de la feria. Hay una noria enorme y una montaña rusa a su lado, una atracción de agua, una lanzadera, coches de choque...

-Gracias por traerme aquí, Laura. Significa mucho todo lo que estás haciendo por mí, de verdad.

-No es para nada tonta. Recuerda que tanto... — reordena las palabras que quiere decir — ella..., Ner, como tu, seguís siendo mis mejores amigas. No me fui a Londres por los estudios, recuerdalo.

Asiento y bajamos del coche.
Laura me señala la alta lanzadera y una sonrisa se expande en mi rostro. Me encantan.
Adoro poder observar toda la feria y toda la ciudad desde allí arriba. Sacamos los tickets y nos ponemos a la cola. Me guardo el móvil en el bolsillo para una mejor seguridad y el chico de la atracción nos coloca bien los cinturones. Noto el móvil vibrar y lo asomo un poco del interior del bolsillo y observo la pantalla.

-¡¿Llamada perdida de Harry!? ¡¿Qué?! — tuve el tiempo justo para colocarlo de nuevo y pasar a gritar en lo más alto de la atracción.