Capítulo 42.

Al abrir los ojos ya estábamos en el suelo. La seguridad que nos protegía el pecho se acababa de liberar de nosotras y bajamos de la atracción.

-¡¿Cómo?! ¿Te ha llamado?

Iris asintió con la cabeza y se derrumbó de nuevo ante los brazos de su amiga. Laura la arropaba entre sus brazos y se alejaron del parque de atracciones a sentarse en un banco. Dejando a Iris sentada, Laura se sentó a su izquierda y le limpió las lágrimas de su frágil y cansado rostro.

-Tranquila Iris, tranquila ¿quieres llamarle o no? — asentí con la cabeza y a continuación me negué.

-No lo sé — conseguí decir — quiero llamarle pero no sé que decirle es que, ¿si me ha llamado es por que quiere algo, no? ¿pero el qué?

-Solo llámalo y lo sabrás, Iris. Es lo mejor que puedes hacer. ¿O vas a estar evitando los problemas y dejando que se acumulen? Tienes que hablar con él. A lo mejor quiere solucionar lo vuestro y aún estáis a tiempo de retomar vuestra relación como era antes.

Las palabras de mi amiga me dieron algo de esperanza y dejé de sollozar. En mi rostro se estableció una sonrisa pero de repente se apagó.

-No, no. Esto debe de ser horrible. ¿Y si Ner se enfada más conmigo por aprovecharme de su ruptura con Niall para volver a estar bien con Harry?

-¿Te estás oyendo Iris? No tiene sentido enserio, coge el puto teléfono y llama a Harry. Si de verdad le amas que no te importe lo que los demás piensen o dejen de pensar sobre eso. Si Ner es tu amiga de verdad y te quiere como tal, aceptará que tu también seas feliz con un chico, aunque según ella, tu hayas estropeado su relación con Niall.

Me fundí en sus brazos dándole las gracias y me quedé mirando el móvil que yacía sobre mis vaqueros en mis piernas cerradas.

-Llámalo.

Sin pensármelo dos veces cogí el teléfono y lo desbloqueé. Entre en la lista de llamadas y vi su última llamada. Harry, hoy a las 00:03h. La anterior llamada había sido también de él: Harry, sábado 19 de octubre a las 10:24h.
Una sonrisa se expandió por mi rostro, las luces de las atracciones eran las únicas que nos alumbraban a las dos. En esa última llamada todavía no había sucedido nada... Fue el sábado anterior, el mismo día que todo pasó, esa mañana quedamos para almorzar y él trajo unos gofres... Suspiro.

Deslizando mi mano sobre el nombre de Harry, selecciono la opción llamar y pulso al botón. Mi pulso comienza a aumentar descontroladamente y mi bombeador de sangre no da para más. Me comienza a arder todo y, a pesar del frío de la noche, comienzo a sudar.

*Piiiiiiip, piiiiiiip*

Los pitidos del móvil se me hacen angustiosos. La mirada de Laura se posa sobre mi, observando y esperando impacientemente como yo. Dejo que suene y me separo el móvil de la oreja para mirar los segundos que llevo esperando. Cuando llega a 25 segundos cuelgo.

-No lo entiendo ¿por qué ahora no me lo coge?

Comienzo a desesperarme y mis esperanzas se derrumban de nuevo.
Laura apoya su mano derecha en mi rodilla dándome apoyo con su tacto.

-¿Se habrá ido a dormir?

-No creo, te acaba de llamar. Además ahora son las... — mira el reloj — ...23:17h en Londres.

Negando con la cabeza me dispongo a llamar cuando la melodía de mi teléfono comienza a sonar. La pantalla se ilumina, y a su vez, mis ojos. La canción, nuestra canción comienza a sonar. 'Let It Be' de 'The Beatles' inunda el silencioso lugar.

-¡Cógelo!

Pulsando el botón verde me llevo el móvil a la oreja de nuevo.

-¿Harry?

-Iris, cariño ¿como estás? ¿qué ha pasado? Tenemos que hablar ¿estás bien?

Me quedo paralizada disfrutando de su ronca pero suave voz entrando en mis oídos, disfrutando su melodía.

-¿Iris? ¿Estás ahí?

-Sí, sí. Perdón, Harry.

-Dime ¿qué va mal?

-¿Os leyó la carta Ner? ¿A todos?

-Sí. Es por eso porque te llamo. Nos la leyó el domingo, justo cuando te fuiste ella llegó de correr y al leerla nos llamó enseguida para que fuéramos todos.

De nuevo un silencio se interpone entre nosotros.

-Mira Harry yo... Sé que no quieres saber nada de mí, no sé por qué me llamas, no...

-¡Iris! Por favor escúchame — interrumpe el chico — eso no es verdad. Aquella tarde solo estaba confundido, te lo dije y me fui a casa por qué necesitaba pensar y tú necesitabas solucionar todo con Ner. Te creía, pero estaba anonadado con todo lo que estaba pasando. Al día siguiente cuando recibí el mensaje por WhatsApp de Ner, fui corriendo a su casa y mis peores temores se confirmaron. Te habías ido y no pude esperar más, no sin ti, y cogí y me fui a Madrid como un idiota a buscarte pensando que estarías allí, esperándome.