Capítulo 40.

Tras recoger la maleta, me quedé a comer algo en el Mc Donalds del aeropuerto de Barajas. No tenía hambre, mi estomago estaba cerrado, completo de tristes sentimientos y sin apenas dejar pasar algo de comida para alimentarme.

Qué mierda, hasta una puta franquicia de hamburguesas me recordaba a ellos, a ellas, a él. A él, sí. Todo. De nuevo contengo mis lágrimas en el lugar y tras acabarme una rápida hamburguesa, me levanto de la mesa arrinconada para dirigirme a coger un autobús de regreso a casa.

En la parada del bus decidí que no podía volver a casa. No a casa de mis padres, no me apetecía derrumbarme ante ellos y explicarles el malentendido que me ha traído hasta aquí. Tampoco tenía ganas de soportar las preguntas de mi madre sobre el trabajo, lo mío con Harry, la casa de allí...

¡El trabajo! Tendré que llamar... Por ahora llamaré a Laura, haber si puedo estar aunque sea una semana en su piso y ya me iré de alquiler.

-¿Laura?... — le digo entre sollozos.

-¿Iris? ¿qué sucede?

-Tengo que pedirte un favor...

Le expliqué por encima que había habido un malentendido y había vuelto a España y le dije que no podía ver a mis padres, no iba a soportar la presión que ejercerían sobre mi y ella enseguida me ofreció quedarme con ella un tiempo.

En el autobús de camino a su casa llamé al British Photography Studio para auto-despedirme  Increíble hasta donde había llegado esto, no podía creérmelo  Tenía hasta el trabajo de mis sueños y allí estaba muy a gusto trabajando para ellos. La gente me trataba fenomenal y les gustaba el trabajo que les proporcionaba.

-No...Disculpadme de verdad...Asuntos familiares...Gracias, y gracias por todo — no iba a decir la verdadera razón de mi regreso, no les importa tampoco, no tienen porque saber que sucede en mi vida privada.

Noto como mi pantalón vaquero se humedece y me doy cuenta de que he vuelto a llorar sin haberme enterado, sacando un pañuelo de mi bolso me seco las lágrimas y por fin llegamos a la parada.

Sacando la maleta roja del maletero del autobús, me quedo parada observando como se aleja el vehículo. Comienzo a caminar hasta casa de Laura, a tan solo 5 minutos.

*

Esa noche no cené, Laura y yo nos dedicamos a hablar y le conté lo sucedido mientras lloraba otra vez. Ella intentó, sin éxito, consolarme y decidí irme a dormir. Estaba muy cansada de todo, y el viaje de vuelta no había ayudado tampoco.

Observando el oscuro techo de la habitación de invitados de Laura, comienzo a pensar como irá todo por allí. Ya sabrán de mi regreso a España y espero que Ner les haya dicho a cada uno lo que le pedí. Es lo único que pido. Sin acabar de llorar me quedo dormida entre lágrimas una noche más.

*

Inglaterra. 4 horas antes.

21:03h

-"Espero que algún día puedas perdonarme y todo vuelva a ser como antes entre nosotras dos. Te quiero. Adiós. Iris." — dice Ner terminando de leer el escrito sobre el papel.

Un silencio ocupa el comedor de la casa de, ahora, Ner. Los rostros de todos los amigos están húmedos por las lágrimas. Nadie esperaba que esto iba a llegar tan lejos. Ner está destrozada, no se arrepiente de lo ocurrido, pero no quería llegar a esto. No a esto.

Harry sale de la casa con las lágrimas sin dejar de recorrer su rostro pálido. Cuando dijo que estaba confundido no esperaba que iba a pasar esto, no quería hacer sufrir a Iris. Él la ama y sabe que ella también le corresponde a él. Le cree. Sabe que ella no le ha engañado, ni ella ni Niall, les cree a pesar de los pensamientos de Ner. Esto no va a quedar así, no para el chico de ojos verdes. Quiere tenerla a su lado de nuevo, la ama. No puede vivir sin ella.

Niall y Ner deciden quedarse a hablar mientras todos salen del lugar de regreso a sus casas. Al menos Ner decidió darle la oportunidad al chico de ojos azules a explicarse, a hablar de lo sucedido. Se merece al menos que le escuchen.

Harry regresa a su casa enrabietado y triste al mismo tiempo. Sin detener el motor de su coche negro en la entrada, entra dentro y coge un pequeño bolso y se lo cuelga sobre la cadera y cogiendo su cartera la coloca dentro del bolso marrón cruzado.

El chico de pelo rizado sube de nuevo al coche y dejando en el asiento izquierdo, el del copiloto, el bolso, arranca a toda prisa sin parar a ponerse el cinturón. Conduciendo con velocidad por la carretera se pone el cinturón de seguridad y entra en la autopista.

Al mismo tiempo, Ner y Niall aumentan el volumen de su voz mientras discuten el suceso. Ambos lloran más que antes. Mucho más. La tensión de la habitación es incluso visible.

-Solo quería que me dijera que entre vosotros había pasado algo, que lo reconociera.

-Dios, Ner te lo he dicho muchas veces ¡no ha pasado nada entre los dos! ¿por qué no me crees? ¿por qué tampoco a ella? Mira lo que ha pasado por esto...

-¡¿Te crees que yo quería que se fuera?!

-No Ner...no cariño. Escúchame por favor — le dice el chico a su novia acariciándole el pelo, ella sigue llorando y con los ojos cerrados — solo estaba confundido, pero me he dado cuenta que eran solo imaginaciones mías, yo te amo, siempre lo he hecho, nunca he dejado de hacerlo mi amor. Tienes que creerme, ya no siento nada por ella, la quiero mucho como amiga. Eso es todo. Dame una segunda oportunidad y te lo demostraré.